En nuestros 30 años de servicio continuo en la actividad inmobiliaria y a través de los diferentes escenarios de nuestro país, hemos podido detectar las 3 condiciones más importantes en nuestra opinión, de los inversionistas venezolanos, a la hora de tomar la decisión de comprar una propiedad.
La primera es que no tienen miedo y han acogido acertadamente a las inversiones inmobiliarias como una excelente manera de ahorrar en una forma inteligente, bien sea a través de sabio conocimiento o de atinada intuición, reconocen que comprar un ladrillo “vale más en su peso” y se revaloriza mejor en el tiempo, que cualquier porcentaje que obtengan sobre una tasa bancaria nacional o internacional, como ya lo comentamos en un anterior artículo de este Blog titulado “Sea como sea Venezuela siempre será una buena inversión”
La segunda es que no compran “gangas”, aunque parezca extraña esta afirmación, porque pudiéramos suponer que un buen inversionista compra cualquier inmueble que este barato, en la práctica hemos corroborado que no es precisamente la actitud de los buenos inversionistas venezolanos. La tendencia a sus compras viene del excelente olfato que tienen para determinar que inmuebles serán en un futuro cercano de fácil venta o ideales para su retorno de inversión por el ingreso que percibirán producto de la utilidad por alquiler ¿Y cómo ellos intuyen acerca de que inmueble es una buena inversión? Por la máxima del mercado: ubicación, ubicación y ubicación…Por muy bajo que sea el precio y las excelentes condiciones de remodelación que tenga un inmueble, afanarse en tratar de vender a un posible inversionista una propiedad que no esté en una buena ubicación aunque se venda “a precio de golilla” es desgastante.
La tercera condición es que piensan en grande, y a esto nos referimos con que los inversionistas, además de evaluar la ubicación y su retorno de inversión, los inmuebles que aprecian para poner su capital a producir, son en su mayoría los inmuebles de mediano o gran formato, porque su objetivo es comprar según el criterio, con un bajo valor precio/mt2 por el mayor tamaño posible. Elección que a veces es un error, pero esto es tema de otro artículo.
En resumen, conociendo estas 3 principales condiciones, podremos orientar nuestra cartera de inmuebles, realizando la respectiva investigación base de los siguientes puntos: conocer las fortalezas de las zonas, cuál sería el promedio de alquileres de los inmuebles a ofertar y que inmuebles serían ciertamente una excelente inversión por su reventa o alquiler, según la condición actual del inmueble y de los planes futuros de ampliaciones, o recuperación que se pudieran efectuar en las zonas. Esta continua tarea nos apoya para prestar nuestros servicios de una manera más efectiva y orientar a nuestros clientes hacia las mejores inversiones inmobiliarias.