Por Boris Centeno - Productor de Eventos
Eran los años ochenta y acababa de llegar de estudiar negocios en los Estados Unidos y me toco la gran oportunidad de entrar a trabajar en SONOGRÁFICA, la casa disquera de Franco de Vita , Yordano ,Ilan Chester… como asistente del Director Artístico del área de los artistas nacionales.
Era la época del acetato, los grandes conciertos en el Poliedro, las canciones para las novelas de RADIO CARACAS TELEVISIÓN – RCTV, las cuales se hacían un éxito instantáneo y sus ventas en cientos de miles de unidades. Eventualmente pase a ser Gerente de Producto del área internacional; pero siempre recordaré una frase que mi jefe me dijo el primer día " recuerda, no vendemos botellas de salsa de tomate, vendemos personas que hacen música, piensan, hablan y opinan" eso nunca lo olvidare en una época de MTV, sin Internet, sin redes sociales, ni nada que se le parezca.
Han pasado muchos años y aquí estamos en un país distinto, con muchísimos problemas y con una tecnología que lo abarca todo, desde la manera de hacer las cosas hasta lo que decimos, hablamos y pensamos. Pero muchas cosas siguen siendo algo más que una botella de salsa de tomate, las redes sociales también hablan y opinan, Facebook tiene una voz propia y de todos modos siguen siendo un producto que se vende y se consume y produce dinero; en fin son muchos años que han pasado y al final el objetivo es el mismo: comunicar para vender y producir una ganancia ¿qué los elementos que usamos son diferentes? ¡Es cierto! Son muy diferentes, pero lo que se busca es lo mismo. “Estamos en una aldea global” como decía el gran escritor y filósofo canadiense Marshall McLuhan; el mundo se hizo más pequeño, conectados de manera virtual en tiempo real, creyendo que los conceptos son diferentes pero son los mismos, los productos y servicios también, y es seguro que tal cual como lo marca la historia, lo mejor aún está por venir...
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