Que si existen, que no existen, que es puro cuento de camino...Pero lo que sí es cierto y lo hemos podido constatar a lo largo de nuestro ejercicio en el área inmobiliaria comercial, es que los inmuebles cuando están desocupados y vacíos, empiezan a tener un deterioro considerable ¡Porque todo es energía! Y muchos de los materiales que componen toda construcción vienen de elementos naturales: cemento, piedra, madera, vidrio y estos de una u otra manera, son “materiales vivos” y requieren del calor humano y del cuidado que les profesamos cuando los habitamos.
Casi todos hemos tenido una experiencia personal de estos fantasmas que se instalan en estos inmuebles cuando los hemos desocupado, de repente empiezan a presentar desperfectos, grietas y averías a escaladas que no se justifican ¿Pero si este grifo recién lo pusimos antes de desocupar? ¿Por qué los tanques de los inodoros se agrietan si el agua esta cerrada? ¿Por qué los bombillos se queman si están recién colocados? Y misterios por el estilo que no podemos explicar.
El objetivo de este material no tiene el propósito de conseguir las respuestas científicas o parapsicológicas de cuál sería la razón por la que se produce este menoscabo de los inmuebles desocupados, solo de aconsejar sobre que medidas tomar para minimizar este problema.
1.Visite su propiedad periódicamente.
Agende visitas asiduas a su inmueble por lo menos quincenales sino puede mensuales. Se asombrará con los cambios que se encuentra de mes a mes, sino lo frecuenta en lapsos cortos.
2. La clave está en la limpieza.
Aunque no esté en uso ni habitado, los inmuebles se llenan de polvos y de insectos no deseables. Realice una limpieza por lo menos una vez al mes. Anteriormente ya comentamos sobre los materiales vivos. Las grietas y el detrimento de estos materiales se evitan cuando se limpian o se pulen constante y debidamente.
3.Cuide las tuberías y piezas sanitarias.
En cada visita abra las llaves y deje correr el agua de los grifos e inodoros. Coloque un desinfectante en las tazas de los inodoros y deje siempre las tapas de estas cerradas. Recuerde que alguna fauna no deseada siempre circula por las tuberías y buscan subirse al exterior.
4. Luz, luz y luz…
Todo lo mejor sucede en la luz, como dice el dicho. Lo ideal seria instalar un temporizador para programar el encendido y apagado diario de luz; si el condominio del Centro Comercial o Edificio lo permite. Aunque usted no lo crea, eso mantiene la vida útil de sus lámparas y bombillos.
5. Que su patrimonio no se convierta en un trastero.
Deshágase de todo lo que no está en uso, de herramientas y escombros que no tiene sentido que todavía permanezcan en este inmueble. No lo use de depósito para aquellos trastes que no están en uso. Esto hace que se conviertan en lugares atascados, en donde no fluye la energía y por supuesto, detienen cualquier intención de compra o alquiler de esta propiedad si fuera el caso.
No creemos en fantasmas, pero de que vuelan, vuelan… No dejemos que se muden a nuestros patrimonios, esos inquilinos o compradores no deseados. Buaaaaaaa
¡Hasta el próximo día de brujas!