Por Boris Centeno
La frase recurrente que encontramos al pensar en comunidades digitales, inevitablemente es “el mundo se hizo mas pequeño y la casa se nos hizo más grande” Porque aún desde el inicio de los tiempos, a que el hombre se ha agrupado en comunidades bien sea por edad, ubicación, la visión del mundo u otros intereses comunes, esta aseveración cabe perfecta en este momento histórico.
Pero no les parece qué, sin embargo al gran horizonte que nos presenta Internet, Google y las Redes Sociales, ahora más que entonces, deseamos pertenecer e identificarnos con personas con nuestros mismos intereses para compartir opiniones y experiencias, pero ya no tanto importando la edad, ni nuestra ubicación y más deseando precisamente compartir la visión del mundo, y sobre todo, de nutrirnos con otras formas de pensar, de ver y de hacer las cosas.
Es decir, el deseo de agruparnos en parcela o en manadas digitales, con el objetivo de no estar solos, aunque sea a través de el entorno virtual, unidos mediante lazos internacionales como locales y al aprendizaje común, ha sido un deseo habitual al ser humano antes y ahora. Pero pensamos que en los espacios de reunión virtual, el aprendizaje puede ser mas fructífero, sin la limitación del área o estructuras para las reuniones, el alcance de los objetivos, se eleva exponencialmente a través del número de personas con las que podemos agruparnos y compartir.
En este momento existen miles de comunidades con diferentes tópicos, que están a nuestro alcance con solo un clic: mascotas, salud, fitness, hogar, cocina, deporte, entretenimiento y miles de temas que nos asombran cuando nos topamos con ellos, solo buscando una frase o un tema de nuestro interés. La Internet y RS, están saturadas de comunidades ávidas de obtener más miembros, no solo buscando número, sino para compartir, comentar, combinar experiencias y hasta oportunidades laborales y de negocio.
El área inmobiliaria, de importancia en la economía global y las actividades comerciales y residenciales de nuestro diario vivir, no se queda afuera.
En el área inmobiliaria, las comunidades digitales no solo nos permiten conectar con otras personas que comparten nuestras ideas, sino también nos permiten colaborar para el desarrollo de nuevos productos inmobiliarios, porque ya no solo somos intermediarios o negociadores de propiedades o limitarnos a ampliar nuestro portafolio con solo la consultoría en financiamiento, también hemos aprendido en estas interacciones que podemos dar entrenamientos, mentoring, ofrecer consultarías y servicios a nuestros clientes para decorar o arreglar una propiedad para que se vendan más rápidamente (home staging) o que inviertan o nosotros mismos invertir, en inmuebles para re-modelar y posteriormente vender con un buen retorno de utilidad (flipping Inmobiliario).
Las comunidades digitales inmobiliarias, también son una plaza, para conocer términos legales y de negociación de otras latitudes y hasta poder intercambiar negocios a través de este aprendizaje comunitario.
Las comunidades digitales entonces, ofrecen la oportunidad de interactuar entre nosotros al formar relaciones horizontales, que nos permite darle voz a ideas más diversas, lo que al final enriquece a todos los miembros de la comunidad.
Y no podemos negar que en los últimos años las comunidades digitales se han convertido en algo mucho más importante. Nos han permitido que nos acerquemos en la distancia y también han dejado que un gran número de negocios se hayan desarrollado gracias a su entrada al mundo digital.
En Teresa Salas Soluciones Inmobiliarias S.A. nos hemos visto muy favorecidos con este maravilloso intercambio de conocimientos, en nuestro caso concreto con la administración de propiedades, modelo que a bien tuvimos en copiar en todos los niveles de otras empresas de afuera, para adaptarlo y presentar este servicio inmobiliario a nuestros clientes.
En conclusión, existen muchas ventajas de pertenecer a una comunidad digital y no deseamos despedirme sin mencionar alguna de ellas:
Al estar conectados virtualmente nos podemos relacionar con personas de cualquier parte de mundo de esta manera adquirimos experiencias culturales e internacionales.
El contacto con personas de otras latitudes permite que tengamos perspectivas distintas sobre un mismo tema.
Dentro de una comunidad digital podemos compartir experiencias personales y laborales que nos son muy útiles a nosotros y a todos los miembros de la comunidad.
Si hacemos un emprendimiento o una marca personal podemos recibir comentarios, consejos y ayuda, así como las experiencias compartidas de las personas que comparten nuestra línea de trabajo o de negocio.
No hay nada mejor que tener un estudio virtual de aprendizaje que nos permitan desarrollar habilidades empresariales, de contacto y relación con nuestros potenciales clientes.
En principio las comunidades digitales tienen el propósito de intercambiar información especializada en torno a un tema, pero también a temas que todos en el grupo comparten ciencia, tecnología, deportes, películas, familia, etc
Quienes colaboran en ella son a la vez consumidores, productores y/o replicadores de la información disponible.
Son un excelente canal para realizar negocios inmobiliarios internacionales, bajo la confianza de pertenecer a una misma comunidad, aun estos estando en diferentes ubicaciones o países.
Por otro lado, son una herramienta útil para los ámbitos corporativos permitiendo una organización interna de las comunicaciones, así como un contacto directo más estrecho con los potenciales clientes, organizando la comunidad en torno al objetivo común y muy importante, opera como un espacio de socialización e intercambio de diferente naturaleza entre personas de todo tipo, diferentes países en el marco de las redes sociales y la cultura.
Pertenecer a una comunidad digital es sin duda, una excelente opción para aumentar nuestras experiencias laborales, de negocios y enriquecernos personalmente.
¡Hasta la próxima! Los invitamos a que visiten nuestra ZONA INMOBILIARIA
Comments